Los tiempos que corren ofrecen la oportunidad de intentar perspectivas y prácticas nuevas.
Desde hace cuatro semanas vengo intentando ver cómo funciona un sistema de composteo casero bajo condiciones mínimas.
Hace años desarrollé exitosamente un método al que llamé Biodigestor Minimalista, como lo recordarán algunos de mis amigos...
Ahora estoy intentando otra modalidad en la azotea del lugar donde vivo:
(Un montón a ras de azotea. Residuos orgánicos domésticos mezclados con una buena cantidad de restos vegetales y hojarazca. Y todo se mantiene cubierto con plásticos. El resto de lo que se ve en la foto son algunos cachivaches colocados encima del montón para impedir que la cubierta de plástico se vuele con el viento...).
Y es que todo está suspendido y casi todo cerrado pero nuestro consumo de alimentos... y la consecuente generación de residuos orgánicos no se detienen.
Miren, son las 10 de la mañana y acabo de integrar los residuos orgánicos de mi hogar al montón de materia orgánica de la azotea...
Minutos después ya hay más residuos...
Y a las 10 de la mañana del día siguiente:
Subo a la azotea e incorporo los residuos al montón...
cubro con material más antiguo del mismo montón..
Y vuelvo a colocar los plásticos de cobertura.
Horas después el sol primaveral está cayendo con todo su rigor sobre la azotea:
Y así, lo mismo todos los días, desde hace un mes...
Qué pasará?
Puedo decir que hasta ahora:
a) no ha habido malos olores ni escurrimientos;
b) ni puedo decir que lo que estoy haciendo sea culpable de la presencia de las moscas y cucarachas típicas de la primavera;
c) no ha habido quejas de los vecinos.
La práctica párece ser absolutamente inocua...a un mes de haber comenzado.
Y según la experiencia que tengo en esto del composteo, puedo apuntar las hipótesis siguientes:
a) El montón irá adquiriendo cada vez una mayor apariencia y consistencia terrosa;
b) El volúmen general del montón no se incrementará significativamente más del volúmen actual;
c) La práctica actual podrá continuar sin problema alguno de forma indefinida.
d) Llegado el verano algunas medidas deberán tomarse respecto a las lluvias...
Termino diciendo que estaré publicando semanalmente una entrada en este medio en donde muestre cómo va mi práctica de Composteo Casero bajo Condiciones Mínimas.
Como ven, es una práctica fácilmente reproducible en muchas partes y los recursos implícitos son mínimos.
Claro que hay que tener TODAS las precauciones y proceder con cautela a fín de evitar una experiencia indeseable: La actividad del composteo la tengo en gran aprecio desde que comencé a realizarla allá en 1991 y con los debidos cuidados no es problemática y sí es una fuente de autogestión ambiental muy apreciable y digna.
A medida que vaya demostrando cómo funciona lo que estoy haciendo en mi azotea, yo esperaría que docentes de Biología y Ciencias Naturales se interesaran en iniciar sus respectivas experiencias similares para luego divulgarlas entre sus educandos:
Educación ambiental práctica... y sin salir de casa.
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