martes, 24 de enero de 2012

Tecnología en renta...

Hola, seguidoras y seguidores de este blog:

Primero una disculpa pues por motivos de salud hasta ahora retomo este espacio después de casi tres meses...

Les venía comentando a Ustedes que soy un entusiasta de una acción atípica a favor del ambiente; que es el composteo de residuos orgánicos.

En otros países esta actividad ya no es tan atípica: tengo un manual de composteo casero. Un librito de 1990 que menciona que el composteo casero se practica (en ese tiempo), en cuatro millones de hogares en los EU.

Es posible que Usted no tenga ninguna experiencia al respecto. De ser así, quizá le interese la información que le ofrezco: Verá usted, me propuse encontrar una técnica de composteo casero que fuese insuperablemente barata y fácil de operar sin pretexto alguno.

Experimenté varias técnicas y desarrollé una propia.

La estoy patentando ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI)

Tengo el número de expediente MX/a/2009/010426

El resumen de mi invento está ya publicado en la gaceta del IMPI de marzo del año pasado...

Y aquí le ofrezco a Usted el texto completo. Si le interesa esta técnica aplíquela en su hogar y sólo deposite $1 peso al año por concepto de renta de mi propiedad intelectual.
Esta oferta es estrictamente para personas físicas.

Si se interesa alguna institución, gubernamental o no, serán otras condiciones...

Aquí va el texto:



COMPOSTEO PENDULAR
 Innovación técnica para el reciclaje de residuos orgánicos desde la fuente de generación.


ANTECEDENTES DE LA INVENCIÒN

Cualquier modalidad de composteo de residuos orgánicos de las que hasta ahora y desde hace más de 20 años se han venido divulgando (composteo enterrado, composteo en pilas a ras del suelo, composteo en capas, composteo en contenedor perforado o con ventilas, composteo a ras de suelo tipo jaula con malla de alambre, etc.) implica costos en equipamiento y herramientas, así como esfuerzos, riesgos e inversión de tiempo. Además de un espacio adecuado a las cantidades que se manejen y a la técnica que se adopte. Generalmente requieren un espacio de tierra, la inversión en un contenedor especial de alguno de los tipos de contenedores patentados hasta el presente; y que, en algún momento, el usuario tenga que hacer labores de remoción, más o menos pesadas, con palas u otras herramientas. Las técnicas conocidas en el presente no eliminan, además, el riesgo de que animales indeseables entren en contacto con el material que se está procesando.
Consideramos que esas son, hasta ahora, causas poderosas por las que el composteo casero de residuos orgánicos no ha logrado ser una práctica adoptada ampliamente por la sociedad, a pesar de que autoridades de todos los órdenes gubernamentales la recomiendan y buscan difundir por diversos medios desde comienzos de la década de los 90s.

El modelo de innovación técnica que se presenta aquí, implica elementos que no habían sido considerados en equipos de composteo doméstico previamente patentados, siendo uno de ellos la posibilidad de utilizar únicamente objetos de reuso de mínimo costo y de muy fácil acceso.
Consideramos además que resuelve en sí mismo y satisfactoriamente lo que persiguen, sin lograr conjuntarlo, los diferentes sistemas de composteo doméstico patentados hasta el presente en lo que se refiere a los aspectos técnicos: oxigenación efectiva, contención segura y durable, absorción de escurrimientos, flexibilidad y ligereza, así como reducción de esfuerzos, riesgos, espacio requerido e inversión de tiempo.

Consideramos que todo ello es fundamento para buscar su protección mediante la presente solicitud de patente.











DESCRIPCIÓN DE LA INVENCIÓN
A pesar de las posibilidades de aplicación de este invento en ámbitos como la industria restaurantera, centros laborales y otros sitios comenzaremos por explicar su funcionamiento en un hogar promedio (cuatro personas), cuyos integrantes deberán separar, estrictamente y como práctica continua, la totalidad de sus residuos orgánicos domésticos (entre ocho y diez kilos semanales aproximadamente según cifras de SEDESOL 1997).
Entre dos y cuatro veces por semana los depositarán en una malla de plástico que pueda mantenerse colgada, en un sitio ventilado y fuera del alcance de animales. (Ver Fig. 1)
La malla de plástico permitirá una aireación óptima de los residuos orgánicos allí depositados y se podrá acelerar la degradación de los residuos, así como controlar la humedad y temperatura del proceso, envolviendo ocasionalmente la malla colgada en una bolsa de plástico oscura. (Ver Fig. 2)

La malla de plástico óptima para este proceso es una arpilla común de las que se utilizan en los mercados y centrales de abasto para contener frutas y verduras. (De forma menos eficiente puede usarse una bolsa “para mandado” hecha de tejido de fibras de plástico y que permita el paso del aire).

Aprovechando el hecho de que los residuos orgánicos pierden entre el ochenta y el noventa y cinco  por ciento de su volumen al someterse al proceso de composteo es posible, mediante esta técnica, transformar alrededor de media tonelada anual de residuos orgánicos en alrededor de cincuenta kilos de material oscuro, terroso y semi degradado al que se le puede denominar composta tierna; todo ello en una o dos arpillas, sin sacarlos del hogar en que se generaron, con el mínimo de molestias y de esfuerzos y sin necesidad siquiera de invertir en una pala o herramienta alguna.
Efectivamente, el composteo en arpillas permite que los residuos se oxigenen solos sin que sea preciso removerlos con herramienta; y si llega a perderse mucha humedad por su contacto con el aire se aporta nueva humedad con los residuos frescos que dos o tres veces por semana  se están incorporando al proceso.  De hecho, la capa visible de los residuos que se están degradando en una arpilla colgada debe percibirse seca; la humedad se debe mantener en el centro del proceso. Para intervenir al respecto no se necesita sino recurrir a cubrir o descubrir toda la arpilla colgada con una bolsa de plástico, preferentemente de color negro, y sujetarla, cuando sea el caso, con unas pinzas para ropa en torno al cuello de la arpilla colgante.

El recurso de cubrir o descubrir toda la arpilla colgada con una bolsa de plástico sirve no solamente para controlar la humedad y temperatura del proceso sino también para controlar la presencia de insectos voladores. En este respecto se podrá mantener la cobertura de plástico durante el día y retirarla durante la noche; o bien recurrir a un matamoscas directamente sobre la arpilla, aprovechando la atracción en particular que les significa posarse, allí precisamente, a pequeñas moscas de la fruta.

Por encima de la bolsa de plástico se podrá palpar y percibir el ascenso de temperatura del proceso, la cual llega a ser similar a la de los métodos de composteo convencionales (pilas al ras del suelo o composteo en contenedores) principalmente cuando la arpilla va llenándose más al paso de las semanas y los meses.
En este respecto los residuos gruesos que van acumulándose y degradándose lentamente en el fondo de la arpilla funcionan como material  inoculador de
bacterias y aceleradores del proceso de composteo para los residuos frescos que se van incorporando. De igual manera equilibran la humedad del proceso y absorben rápidamente tanto los aromas desagradables como los posibles escurrimientos.
El composteo en arpilla permite también mezclar fácilmente y sin necesidad de herramienta los residuos recién incorporados con el material más degradado mediante la acción de invertir y agitar la arpilla para que el material que está en el fondo de la misma se revuelva con los residuos nuevos que se van incorporando.

El hecho de colgar la arpilla permite mantener el proceso fuera del alcance de roedores e insectos indeseables así como de perros u otros animales, domésticos o no; permite que los materiales en proceso de composteo reciban un flujo de aire bien distribuido  y viene a demostrar que el composteo es
posible sin necesidad de que los residuos entren en contacto con el suelo, siendo necesario comenzar incluyendo, por una sola ocasión al principio, algunos gramos de inoculador, que pueden ser doscientos gramos de composta tierna o madura, o tierra de hoja, o algún material nitrogenado como gallinaza, o estiércol de pájaro. Es conveniente también comenzar colocando en el fondo de la arpilla una capa gruesa (20 centímetros aproximadamente) de material rico en Carbono (hojas o hierbas secas, paja o aserrín)  que equilibre la humedad inicial.


A medida que transcurran los meses se podrá extraer ocasionalmente composta fina simplemente sacudiendo la arpilla contra el piso lo cual permitirá más espacio en la misma para nuevos residuos frescos. La composta fina así “cosechada” podrá usarse  en macetas y plantas domésticas.

 Al comienzo del proceso la arpilla se podrá colgar de un castillo, de un alero, de un árbol, de una viga, de una reja o hasta de un muro, siendo recomendable mantenerla separada del mismo para evitar que accedan a ella insectos indeseables. Se podrá colgar incluso de un tendedero firme. La condición es que sea en un espacio bien ventilado.

Posteriormente y a medida que el peso de la arpilla se incremente, si se desea y de ser necesario,  el procedimiento podrá continuarse manteniendo la arpilla sobre el tripié de una maceta. Siempre con la finalidad de que el proceso no tenga contacto con insectos indeseables como cucarachas o arácnidos. (Ver Fig. 3)
 Al tener la arpilla sobre el tripié de una maceta se continuará aplicando la dinámica de cubrirla ocasionalmente con una bolsa de plástico para evitar
pérdida excesiva de humedad en el proceso y para inducir temperaturas termo filas.(Ver Fig. 4)
Aquí conviene recordar que a medida que los residuos orgánicos frescos se transforman en composta tierna, es decir, a medida que han adquirido un aspecto oscuro y terroso, y que comienzan incluso a oler a tierra, se reducen drásticamente las probabilidades de que resulten atractivos para animales indeseables por lo que no es tan necesario ya tenerlos elevados, pudiendo incluso continuar degradándose a ras del suelo pero sin sacarlos de la arpilla.
De este modo se podría tener una arpilla colgada para la degradación de los residuos frescos; y otra a ras de suelo con la composta tierna en maduración. Esto aligera a la mitad el peso de la arpilla colgante y facilita en general su manipulación.
Hay que recordar sin embargo, que los residuos orgánicos frescos se deberán mezclar siempre con un volumen mayor de composta tierna para acelerar su degradación, absorber los aromas desagradables y equilibrar la humedad del proceso.

La descripción de este procedimiento tiene aplicación para cantidades mayores de residuos orgánicos procedentes de hogares donde vivan muchas personas, restaurantes, cafeterías, centros educativos, fábricas, etc. siempre y cuando, para esos casos, existan instalaciones especiales para colgar varias arpillas a la vez. (Ver Fig. 5)
En esos casos se podrá seguir la mecánica siguiente: Los residuos orgánicos del día décimo, por ejemplo, se podrán mezclar en la misma arpilla en donde se depositaron los del día primero, los cuales ya se habrán degradado parcialmente y habrán perdido volumen suficiente como para tener cabida en la misma arpilla (llamémosla “arpilla 1-10”).  Luego, los residuos del día 11 se mezclarán con los del día segundo, (llamémosla "arpilla 2-11”); y subsecuentemente se seguirán mezclando: 3-12, 4-13, 5-14, etc.  pudiendo de ese modo reciclar residuos orgánicos en cantidades constantes sin requerir un espacio creciente; aprovechando siempre la pérdida de volumen que sufren los residuos orgánicos al degradarse y el hecho de que la actividad de bacterias, hongos y otros organismos descomponedores se incrementa al incorporar nuevos residuos frescos al proceso.
Los costos de equipamiento del composteo pendular son inferiores a los de cualquier otra técnica pues implican, para el caso de un hogar promedio, solamente una o dos arpillas, una cuerda, una bolsa grande de plástico negro – materiales que pueden ser de reuso y son muy accesibles – y  un lugar de dónde colgar.
Cuando la arpilla comience a ponerse muy pesada para mantenerse colgada podrá seguir manteniéndose elevada sobre un soporte, que bien puede ser el tripié de una maceta mismo con el que probablemente muchos hogares ya cuentan. Es decir, no se requiere comprar equipo especial alguno. Además podrá recurrirse a la opción arriba mencionada, de dividir el proceso en dos arpillas: una a ras del suelo con la composta tierna en maduración y la otra colgando con los residuos frescos en proceso de degradación; aclarando al respecto que, aun usando dos arpillas, la superficie requerida es inferior a medio metro cuadrado, es decir, inferior a los requerimientos de espacio de los módulos de composteo doméstico conocidos hasta ahora.

 Por todo lo mencionado, esta innovación técnica tiene una alta probabilidad de llegar a ser adoptada por un sector amplio de la sociedad y volverse popular dependiendo de la forma en que sea promovida.

Lo anterior podría traducirse en ahorros superiores al cuarenta por ciento en términos de gastos, gubernamentales o empresariales, por concepto de recolección, transporte y confinamiento final de residuos.
La adopción amplia del composteo pendular implicaría una optimización de la inversión en construcción de rellenos sanitarios y una reducción de riesgos de contaminación de acuíferos con lixiviados provenientes precisamente de la descomposición incontrolada de residuos orgánicos en los basureros.
Implicaría además una reducción en las emisiones de metano a la atmósfera a partir de la descomposición, en condiciones anaeróbicas, de los residuos orgánicos en los basureros; tomando en cuenta que el composteo pendular, por sus condiciones y las cantidades que maneja, emite dióxido de carbono y vapor de agua básicamente. Dicha reducción de emisiones, aunada a la participación social organizada, podría tener una traducción económica en los mercados internacionales de bonos de carbono frente al problema del cambio climático.
La adopción amplia de esta innovación técnica para compostear residuos orgánicos convertiría a grandes sectores de la población en productores de composta rústica que podría encontrar demanda como mejorador de suelos agrícolas o paisajes degradados; o bien tener demanda entre empresas de biorremediación de suelos contaminados con hidrocarburos.
El composteo pendular podría ser parte de políticas sociales que remuneraran acciones concretas de desarrollo sustentable y que incluyeran la participación de desempleados, personas de la tercera edad, amas de casa, etc; participación que sería posible sin salir de sus hogares y con una capacitación fácil y accesible.
En otros casos la producción social de composta, con esta técnica que se describe, podría ser fomentada por empresas con intereses y negocios orientados a revertir procesos de erosión, pérdida de tierras productivas y producción orgánica de alimentos.
El composteo pendular sería un apoyo magnífico a empresas e instituciones educativas con interés en la agenda ambiental y que podrían encontrar en esta técnica una forma práctica de aplicación directa de temas académicos o bien un espacio para la práctica del Servicio Social.
El composteo pendular en arpillas es, además, un complemento técnico para cualquier programa de educación ambiental al ampliar la posibilidad de traducir dicha educación en indicadores cuantificables: materiales, energéticos y monetarios.
La lista de aplicaciones económicas derivadas de la innovación técnica aquí presentada podría prolongarse todavía más:

El composteo pendular podría ser incluido, con adaptaciones estructurales muy baratas para el colgado de la, o las arpillas, entre las tecnologías contadas como hipotecas verdes en casas de interés social; y reducir en más de un cuarenta por ciento los costos por prestación de servicios a colonias y unidades habitacionales enteras.
El composteo pendular orientado, liderado y promovido empresarialmente podría hacer participes a sectores amplios de la sociedad en la producción de tierra para la naciente industria de las azoteas verdes.
Considerando además que, en la percepción actual, los residuos orgánicos son los que presentan mayor urgencia de ser recolectados externamente, el hecho de fomentar una habilidad social para controlar dichos residuos de forma autónoma equivaldría a la adquisición de un “seguro parcial” contra contingencias – huelgas del personal, descompostura de vehículos, etc. – en los sistemas de recolección municipales.

En todos los casos mencionados la difusión e instrumentación de esta innovación técnica deberá ir precedida y acompañada de un plan para el traslado y aplicación final de la composta producida, pudiendo los individuos, además, quedar en libertad de dar a su producción de composta o a una parte de la misma el uso que más les convenga.

Por todo lo anteriormente dicho consideramos que es posible afirmar la novedad, actividad inventiva y aplicación industrial de este invento llamado Composteo Pendular el cual puede hacer que sectores amplios de la ciudadanía se conviertan en una industria de producción a partir de sus propios residuos, con el consecuente desarrollo de habilidades sociales y aumento en la eficiencia energética, material y monetaria en la prestación de servicios de recolección de residuos.
Asimismo consideramos que la descripción de operaciones arriba mencionada puede guiar con facilidad la comprensión y práctica de este invento por cualquier persona que haya llevado a la práctica alguna de las técnicas de composteo doméstico de residuos orgánicos mencionadas al comienzo de esta descripción e incluso por quien haya pensado en dicha posibilidad y en sus ventajas.







REIVINDICACIONES
Habiendo descrito con suficiencia mi invención considero que su novedad, para la cual se solicita protección y se reclama como propiedad exclusiva, radica en lo que se menciona a continuación:

1.-Los residuos orgánicos se cuelgan mientras se transforman en composta tierna.
a) Si su peso se incrementa se mantienen elevados sobre un tripié de maceta o algún otro soporte sin permitir que tengan contacto con el suelo.

2.-El contenedor usado es una malla o red de plástico que permite el flujo de aire de la forma más abierta posible.
 a) En forma no muy adecuada, el contenedor puede ser una bolsa de mandado hecha de fibras de plástico tejidas;
b) En forma óptima el contenedor es una arpilla común de las que se utilizan para cargar fruta y verduras en cualquier central de abasto;
c) El material del que está hecho dicho contenedor  así como sus dimensiones, permiten que resista por más de un año el proceso de degradación bacteriana que se lleva a cabo dentro de él;
d) El tamaño de la arpilla facilita, tanto el natural flujo de aire en los materiales contenidos, como las acciones de agitarlo, invertirlo, comprimirlo, sacudirlo, o mudarlo de lugar, según se requiera;
e) El diseño de la arpilla permite al usuario de esta invención poder supervisar constantemente las condiciones de humedad, compactación y degradación en el proceso.

3.- La humedad y la temperatura del proceso se controlan cubriendo con una bolsa de plástico todo el contenedor/ arpilla; ya sea que esté colgado o sobre un tripié de maceta u otro soporte.

4.-La mezcla de material más degradado – composta tierna – con los residuos frescos que se incorporan a la arpilla, así como el proceso de cosecha de composta madura se efectúan sacudiendo contra el piso, invirtiendo y agitando la arpilla/ contenedor, sin tener que recurrir a herramienta alguna.

5.- La posibilidad de que los materiales requeridos para la instrumentación de este invento sean de reuso en su totalidad – con el consecuente bajo costo – y  la economía general de esfuerzos y atenciones que implica aumentan considerablemente la probabilidad de su masiva aceptación práctica y amplia divulgación.
a) El costo de la arpilla permite sustituirla fácilmente en caso de que se rompa o incluso tener y operar varias a la vez, dependiendo de las cantidades de residuos que se tengan que procesar.
b) El uso de arpillas permite combinar esta técnica con otros métodos de composteo tales como el composteo a ras de suelo (aun cundo sólo sea para madurar la composta tierna que se produjo al tener colgados los residuos frescos), composteo  en capas, o incluso dentro de un contenedor;  y sustituye la necesidad y el esfuerzo de traspalear los residuos “sueltos” por la posibilidad de manipularlos “contenidos” dentro de arpillas; y sin requerir herramienta alguna para invertirlos, airearlos o cosechar composta madura.

6.- Por ser básicamente una técnica de reciclaje directo en condiciones domésticas disminuye los riesgos de que el material procesado se mezcle o contamine con otro tipo de materiales.
a) Lo anterior no excluye sus posibilidades de aplicación en cantidades mayores colgando en un soporte, para dicho efecto, varias arpillas.
b) La separación cuidadosa de los residuos orgánicos de otro tipo de residuos encuentra su sentido en el sitio mismo en donde se generan y por quien, o quienes, realizan directamente dicha separación.







RESUMEN
El composteo pendular es una innovación técnica que abarata y facilita al máximo el reciclaje directo de los residuos orgánicos en el sitio mismo en el que fueron generados; se proyecta principalmente para funcionar en un hogar aunque, bajo ciertas condiciones, se puede aplicar también en fuentes de generación más abundante de ese tipo de residuos tales como restaurantes, cafeterías de campi universitarios, comedores de fábricas, asilos, orfanatos, centros laborales y educativos, etc.
Es un invento idóneo para operarse en conjunción con políticas sociales de desarrollo de habilidades y planes de producción masiva y descentralizada de composta; para aplicaciones locales de la misma y cercanas al sitio de su producción; y con amplia participación social.






Los depósitos por concepto de la renta anual de esta propiedad industrial se deberán hacer en.....

Para depósitos desde el extranjero el costo será el equivalente a una unidad monetaria del país del depositante; pronto les ofreceré un numero de cuenta.

Para cualquier duda o pregunta escríbanme a raimondoleonensis@gmail.com

Hasta muy pronto...
















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